La Junta Militar en poder de Myanmar continua las detenciones contra protestantes

La Policía de Myanmar volvió a usar hoy gases lacrimógenos y balas de goma para dispersar una nueva protesta contra la junta militar que tomó el poder el 1 de febrero, esta vez en la ciudad de Rangún, la más grande del país, donde además detuvo a varias personas.


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Fuente: Télam

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Al menos 20 personas fueron arrestadas, entre ellos tres periodistas: un fotógrafo de la agencia estadounidense Associated Press (AP), un camarógrafo y un fotógrafo, estos últimos miembros de dos agencias birmanas, Myanmar Now y Myanmar Pressphoto, respectivamente.

Según versiones de testigos citados por las agencias de noticias AFP y DPA, los incidentes empezaron cuando el embajador del país ante la ONU rompió filas para hacer un llamado contra la junta militar.

"La Policía antidisturbios ha disuelto a los manifestantes antigolpistas por segundo día consecutivo en los cruces de Hledan y Myaynigone, puntos clave de las concentraciones en Rangún", señaló el portal de noticias Myanmar Now, que dio cuenta de que también algunos periodistas fueron alcanzados por disparos policiales.

Inclusive, la reportera Kay Zon New, del mismo Myanmar Now, está detenida con "paradero desconocido", de acuerdo a una publicación del medio en la red Twitter.

El país está inmerso en una ola de manifestaciones en contra de la junta militar y por el retorno de la democracia, desde que un golpe de Estado derrocó y encarceló a la líder civil y Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi a comienzos de mes.

Las nuevas protestas comenzaron ayer con manifestantes de la etnia Mon que regresaron en las primeras horas de hoy al lugar para conmemorar el Día Nacional Mon, y a quienes se les unieron otros grupos étnicos minoritarios que se oponen al golpe de Estado.

La etnia Mon tiene origen en el oeste de China y vive hoy entre Tailandia y Myanmar (exBirmania). Se estima que llevan unos 1,200 años en la región.

"¿Qué está haciendo la Policía? ¡Está protegiendo a un dictador loco!", cantaban los manifestantes, según AFP, que detalló que los ciudadanos se dispersaron por calles más angostas e improvisaron barricadas con alambre de púas y mesas para frenar a la Policía.

Naciones Unidas, en tanto, advirtió que el golpe profundizó el conflicto en otras zonas del país, bastante remotas. 

Por ejemplo, más de 2.000 personas fueron desplazadas en el norte del estado de Shan en febrero por los enfrentamientos entre las Fuerzas Armadas locales y organizaciones étnicas armadas. 

Según los informes, nueve civiles murieron y otros ocho resultaron heridos, incluidos niños, en enfrentamientos en dos ciudades del norte de Shan, el 5 de febrero. 

Además, las organizaciones humanitarias expresaron su preocupación sobre la situación en el sureste del país, donde más de 5.000 personas están desplazadas en el estado de Kayin y la región de Bago debido a los enfrentamientos entre el Ejército y la Unión Nacional Karen.