El gobernador electo de Mendoza, Alfredo Cornejo, anunció hoy que cuando asuma pondrá en marcha un plan para "reducir progresivamente la planta de personal" en la administración pública, en medio de la crisis financiera que atraviesa la provincia y el atraso en el pago de salarios.

Conejo, electo por la fuerza Cambiemos, recibirá el mando en diciembre de manos del peronista Francisco "Paco" Pérez, quien dejará las cuentas públicas en una situación preocupante, con salarios que hasta el momento no fueron abonados a trabajadores públicos.

"Pensamos reducir progresivamente la planta de personal en función de jubilaciones sin tomar nuevos empleados, sólo los indispensables", indicó el gobernador electo en una conferencia de prensa realizada en el Comité de la Unión Cívica Radical, en la capital mendocina.

Al emitir su mensaje, Cornejo advirtió que "los que deben tener miedo son los que no trabajan" en referencia a que existen personas en el ámbito de la administración pública que reciben un salario sin tener tareas asignadas. Conejo regresó recientemente de una gira por los Estados Unidos, a donde viajó para empezar a establecer contactos que le permitan obtener financiamiento para sacar a flote las cuentas públicas de Mendoza.

"El Estado no sólo está para pagar salarios", dijo el gobernador electo y le pidió a los dirigentes gremiales que "sean comprensivos de la situación de emergencia fiscal" que atraviesa la provincia. "Probablemente tenga que terminar de pagar noviembre, el medio aguinaldo y el sueldo de diciembre; las tres cosas. Hoy 9 ni siquiera se han terminado de pagar los salarios de octubre. Así que es muy probable que esa situación se repita el mes próximo", expresó.

El mandatario electo estuvo de gira por Nueva York, donde se reunió con ejecutivos de 23 fondos de inversión y media docena de bancos que tienen alguna vinculación con Argentina, indicó el diario Los Andes. Entre esas entidades se encuentran JP Morgan, Credit Suisse (acreedor de Mendoza), la Unión de Bancos Suizos, el Santander, el de Brasil y el Itaú, además del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).