Massa dijo que tiene esperanzas para octubre

El candidato del Frente Renovador venció a De la Sota en la interna que disputó.


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El precandidato presidencial del frente UNA, Sergio Massa, festejó su victoria sobre José Manuel de la Sota en el escenario del búnker del Tigre con su esposa Malena Malgarini y sus dos hijos, Milagros y Tomás, todos sonrientes y distendidos. Luego optó por un discurso de pura "campaña" cuando ya había empezado el lunes y un mar de banderas celestes y blancas saludaban sus palabras, además de los tambores de la murga que aturdió toda la noche. Con su inmaculada camisa blanca y de corbata y traje negro, agradeció muchas veces a los votantes y militantes, mientras las cifras lo colocaban en un cómodo tercer lugar detrás de Daniel Scioli y Mauricio Macri. Felipe Solá, a unos puntos del precandidato del Frente para la Victoria, lo precedió en el escenario del recinto situado en avenida Agustín García (ruta 27) al 9000 del Tigre, en el club "Astilleros Millberg", ubicación difícil, causa tal vez de que no hubiera una multitud de militantes. Durante la espera se habló mucho de la perfomance de Solá, quien después se comprometió a tratar en estos dos meses y medio que faltan para las elecciones de octubre temas que "duelen" a la provincia de Buenos Aires como la droga y la inseguridad. En el recinto elegido por el Frente Renovador para festejar el tercer lugar no hubo cotillón, sino música y una pantalla gigante con un fondo de bandera argentina que flameaba. A las 19.00, la diputada nacional y precandidata para el mismo cargo, Graciela Camaño se había convertido en la primera vocera del espacio UNA.

Camaño transmitió optimismo en todo su mensaje, al señalar que es una "elección interna" que los "posiciona bien" y "una gran encuesta". Le siguió Aldo Pignanelli, el expresidente del Banco Central, para quien no hubo "polarización" en estas elecciones, mientras que ironizó que eso solo se da en "el Polo Norte y Sur". Casi cerca de las 20.00 hicieron su entrada empanadas tibias de jamón y queso del catering "La Estaca" (antes hubo sandwiches y facturas), pero seguían sin aparecer los militantes en el desierto que era el espacio reservado para la presencia de Sergio Massa y su equipo, frente al escenario.