Los detalles del plan de industrialización de Daniel Scioli

El trabajo de más de 300 páginas realiza un detalle por sector. Establece los desafíos y principales lineamientos de políticas para el desarrollo. Pone el acento en la mejora de la competitividad y la sustitución de importaciones.


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A diferencia de sus adversarios que aún no mostraron sus cartas, el candidato del Frente para la Victoria (FPV) Daniel Scioli ya tiene adelantado un proyecto para dinamizar los sectores clave de la industria que pondrá en marcha en el caso de triunfar en las elecciones de octubre y adjudicarse la presidencia de la República. El trabajo estuvo a cargo de la Fundación DAR, a cargo de José "Pepe" Scioli, y además de marcar los ejes centrales de la política industrial también realiza un análisis pormenorizado de los ejes centrales de cada uno de los sectores. Asimismo, advierte sobre las principales dificultades que atraviesa la industria. Por ejemplo, refiere a los "grandes diferenciales de productividad inter e intrasectoriales, coexistiendo en un mismo marco nacional estratos productivos en la frontera tecnológica internacional, con otros de capacidad productiva media y baja." Además, alerta sobre "la fuerte propensión por parte del sector industrial a importar" y consigna que en los últimos años hubo un déficit en manufacturas de origen industrial (MOI) de U$S 30 mil millones anuales centrado en bienes de capital, sus partes y piezas y bienes intermedios. A la hora de analizar las propuestas para los distintos segmentos de la industria, el trabajo a cargo del economista Sergio Woyecheszen, define tres "núcleos estratégicos": uno con eje en la innovación, otro que pone el acento en el sector exportador y, por último, uno abocado a la creación de empleos. En el primer segmento, el de la innovación, el informe incluye a los eslabones de la industria que han mostrado un alto grado de productividad como la fabricación de productos farmacéuticos, la maquinaria agrícola, el software, entre otros.

En cuanto a las exportaciones, puede observarse una fuerte presencia de sectores con alta presencia primaria como las carnes y los lácteos, la producción apícola, alimentos y bebidas y tabaco, aunque también incorpora maquinaria y equipo, los plásticos, y repite la fabricación de productos farmaceúticos. El "núcleo estratégico" atinente al empleo le confiere especial atención a algunos segmentos conocidos como sensibles, entre los que se ubican los hilados y prendas de vestir y la fabricación de calzado a los que incorpora el mismo software, la maquinaria para el uso especial. Sin embargo, también hace referencia a distintos rubros industriales a los que se les otorga un enorme potencial de crecimiento como la bio y nanotecnología, las energías renovables, la farmo y agroquímica, la tecnología aeropespacia, nuclear y satelital junto con servicios de alto valor agregado (turismo, industrias culturales, diseño, arquitectura, ingeniería y servicios a empresas). En sintonía con las declaraciones que vienen haciendo otros referentes del sciolismo como Miguel Bein y Silvina Batakis y en línea con el actual equipo económico de Axel Kicillof, el trabajo le otorga una particular importancia a la sustitución de importaciones como herramienta para aumentar la participación local en la economía y para reducir la dependencia de divisas de cara al futuro desarrollo. Con más de 300 páginas el informe, denominado "Lineamiento para el desarrollo económico y productivo de la Argentina", tiene un capítulo dedicado íntegramente a toda la cadena de valor de la industria de autos y partes. En este sentido señala la necesidad de aumentar el grado de integración de componentes locales "sea significativo" para que "genere efectos y externalidades positiva para el conjunto industrial". Para lograr este objetivo, DAR propone una serie de objetivos y lineamientos para el desarrollo. 

En primer lugar, señala la importancia de que el sector autopartista se transforme en proveedor regional, incentivando el desarrollo de proveedores locales por medio de una profundización de una política industrial que "premie la mejora en productos y procesos". En cuanto a la sustitución de importaciones, en este segmento puntualiza que "existen oportunidades en piezas y partes de mazos de cables, pasibles de ser nacionalizadas en el corto y mediano plazo como: cables, cables de antena, caños corrugados y lisos, cinta aisladora de PVC y de poliester, conectores plásticos y terminales metálias, contrapartes eléctricas, inyección de caucho y de extrusión de caucho... entre otros". En el mismo sentido, plantea la oportunidad para "generar producción local de sistema de información y entretenimiento". Sin embargo, también hace referencia al rol que debe cumplir el Estado con el fin de avanzar en este propósito de una mayor integración regional del sector. Allí menciona la importancia de adecuar las vías férreas, los puerteos, para mejorar la provisión" y el valor de la complementariedad productiva con Brasil. En lo atinente a la cadena de valor de alimentos y bebidas realiza un detalles de la importancia que tiene este segmeno y recuerda que "la demanda mundial de alimentos para 2050 crecerá en un 70%, y la Argentina deberá estar preparada para ello". Entre los desafíos plantea la necesidad de incrementar "la agregación de valor en origen" premiando con reintegros a la exportación y ampliando las herramientas de financiamiento a las exportaciones. Otro punto que destaca en la cadena de alimentos es impulsar la "asociatividad" y de mejorar la "agregación de valor a través de la ciencia y la tecnología".

En el capítulo "Cadena de Valor Textil Indumentaria", la propuesta industrialista de Scioli precisa que "ampliar el diseñoy marca argentina" y reducir la elevada incidencia de la informalidad laboral en el eslabón de la confección. Pero no olvida la importancia de generar políticas para defender el mercado interno como el seguimiento y control de las importaciones, el control de la composición y etiequetado de productos textiles y la elaboración de un listado de "producidos y no producidos, tanto insumos como prendas finales". La valía del trabajo sobre los ejes centrales de la política industrialista sciolista no sólo descansa en la puntillosidad del mismo sino en la honestidad moral de presentar un proyecto para un sector clave como la industria mientras en otros rincones políticos sólo se dedican a especular y a desarrollar campañas de marketing sin contenido.

Bein, entre los buitres y la competitividad

El economista Miguel Bein se mostró partidario de "solucionar el problema con los fondos buitre". Dijo que "tenemos que recuperar el crédito internacional para recuperar reservas" y que le preocupa la competitividad. También dijo que espera que Daniel Scioli llegue a la Presidencia "porque no es garca".

(Genaro Grasso, Infonews.com)