El juez federal Ariel Lijo recordó hoy que la causa por la responsabilidad política de las muertes de los militantes sociales Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, ocurridas en junio de 2002 durante una represión policial, fue reabierta en octubre del año pasado, a pedido de los familiares, y señaló que "hay nuevas líneas de investigación que deberían ser evacuadas".

Así lo afirmó en declaraciones a radio Vorterix el magistrado a cargo de la causa que en 2004 fue dividida en dos partes por la Corte Suprema de Justicia.

"La responsabilidad de los policías quedó en manos de la provincia de Buenos Aires y ya hay condena en esa causa. La política recayó en mi juzgado y yo se la delegué al ministerio público fiscal", explicó Lijo, quien fue consultado ante la agresión de ayer al candidato a gobernador bonaerense por UNA, Felipe Solá, en el marco de una charla sobre narcotráfico en la Universidad de Buenos Aires (UBA), por su supuesta responsabilidad en las muertes de Kosteki y Santillán.

El magistrado indicó que -si bien es el juez de la causa- las investigaciones "siempre las llevó adelante" el fiscal Miguel Angel Osorio, quien en el año 2012 pidió que se archiven las actuaciones.

"Todos los años escuchaba cómo los familiares hablaban mal de mí y se quejaban, y nunca dije nada porque me pongo en el lugar de ellos", manifestó Lijo.

El juez precisó que en octubre del año pasado "los familiares querellantes se presentaron y dijeron que tenían una nueva línea de investigación que podría arrojar algún grado de conocimiento sobre la causa archivada".

"Accedí al pedido de la querella porque había nuevas líneas de investigación que deberían ser evacuadas y se la volví a delegar al ministerio público fiscal. Ahora la causa la tiene la fiscal Paloma Ochoa", explicó el juez federal.