Hasta los globos se pusieron pálidos

En un escrutinio con suspenso, Rodríguez Larreta superó por 51,6 a 48,3 por ciento a Martín Lousteau. El candidato de ECO, además, ganó en nueve de las quince comunas. Mauricio Macri buscó apuntalar su candidatura en un bunker sorprendido


Elecciones CABA 2015 Pro Ballotage
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El candidato del PRO, Horacio Rodríguez Larreta, se impuso ayer en el ballottage para jefe de Gobierno porteño pero con una diferencia mucho más estrecha de lo imaginado, dato que empalideció el festejo macrista en Costa Salguero. En un escrutinio veloz pero no falto de suspenso, Rodríguez Larreta obtuvo el 51,64 por ciento de los votos contra el 48,36 del candidato de ECO, Martín Lousteau, claro receptor de los votantes del kirchnerismo en la primera ronda. El voto en blanco apenas si superó el 5 por ciento. “Este proyecto de cambio que hoy se extiende por toda la Argentina”, buscó convencer Mauricio Macri anoche en el discurso que esperaba hacía tiempo que funcionara como disparador a su aspiración presidencial, pero el “se siente, se siente, Mauricio presidente” de fondo se oía deshilvanado. El único distrito que el macrismo ganó hasta ahora en el país y lo hizo por un margen ajustado. La contrapartida se vivió en el perdidoso bunker de ECO, donde el clima era de euforia. Lousteau destacó que se impuso en 9 de las 15 comunas porteñas. El candidato presidencial del Frente para la Victoria, Daniel Scioli, lo llamó para felicitarlo.

El escrutinio vino a inyectar electricidad a una jornada que hasta ahí había transcurrido con cierta apatía, con un panorama general de escuelas vacías dado lo rápido que se desarrolló la elección. La sensación era que la gente no iba a votar, pero luego se comprobó que lo hizo el 69,4 por ciento del padrón, sólo un 4 por ciento menos que en la primera vuelta del 5 de julio. De nuevo el voto electrónico funcionó bien.

Unánimemente, los canales de noticias informaron a las 18 el triunfo de Rodríguez Larreta en base a supuestos bocas de urna. Alguno, incluso, aseguró que el PRO tenía arriba a su candidato por 10 puntos, más o menos lo que habían pronosticado las últimas encuestas como mínimo. La de ayer fue otra elección que hizo quedar muy mal al trabajo de los encuestadores. La sorpresa llegó con la primera carga de votos, pasadas las 19, que colocó al candidato macrista a apenas un punto de diferencia. Esa situación de paridad, que parecía fruto de un conteo desbalanceado, se fue confirmando con las siguientes cargas. El clima de desinterés trocó rápidamente en expectativa por el desarrollo del conteo. Recién una vez que se superó más de la mitad del total de las mesas quedó claro que la diferencia a favor de Rodríguez Larreta, aunque estrecha, resultaría indescontable.

La Ciudad quedó partida. El PRO se impuso con amplitud en los barrios pudientes de la zona norte. En Recoleta ganó por 30 puntos y el Comuna 13 (Belgrano, Núñez y Colegiales) por 20. En cambio, en los sectores de clase media y baja del sur se impuso Lousteau, con lo que quedó en evidencia el aporte del voto kirchnerista. En varias de esas comunas en la primera vuelta Lousteau había salido tercero, por detrás del candidato del Frente para la Victoria, Mariano Recalde.

El FpV había dejado a sus votantes en libertad de acción para el ballottage. En cambio, los partidos de izquierda –el FIT y el de Luis Zamora– habían convocado a votar en blanco. En la primera vuelta el voto en blanco llegó casi al 2 por ciento mientras que ayer fue del 5 pr ciento. Es decir, subió apenas un 3 por ciento. Poco, pero suficiente para un virtual empate en caso de que se hubiera inclinado por Lousteau. “Más de la mitad de los porteños rechazó la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad”, evaluó anoche Mariano Recalde sumando la cosecha de Lousteau y a quienes votaron en blanco.