Desde la finalización de las PASO (9/8) y hasta poco más de mediados de septiembre, las encuestas realizadas por la Consultora Aresco muestran dos etapas bien nítidas. Una caracterizada por el "efecto polarización" y otra por una sucesión de hechos, fatalidades, imprevistos y escándalos que tuvieron como principales protagonistas a los dos principales partidos de estas elecciones: el Frente para la Victoria y Cambiemos. 

En la primera etapa, el impacto del "efecto polarización" fue nítido. Entre principios y fines de agosto, los dos principales candidatos lograron absorber parte de los votos del resto de los postulantes. En efecto, el candidato del Frente para la Victoria mejoró 1.5%, al pasar de 38.5% a 40%, mientras que Mauricio Macri trepó 2.5%, al ascender de 30% al 32.5%. En cambo, las preferencias por Sergio Massa mostraron una merma significativa, de 4.6%, al desplomarse de 20.6% a 16%. 

En la segunda etapa, la sucesión de hechos, fatalidades, imprevistos y escándalos condicionaron las preferencias del electorado, quebrando con la tendencia hacia la polarización. Entre otras cosas, las inundaciones, el viaje a Italia, las versiones sobre La Morsa y las sospechas de corrupción sobre Niembro produjeron movimientos que afectaron de manera diferente a los tres principales candidatos. El líder del PRO, que no pudo corresponder su imagen con la de su propuesta Cambiemos, se vió claramente afectado. Perdió la totalidad de los 2.5 puntos del "efecto polarización" al ceder 3.1%, cayendo al 29.4% en intención de voto. La mayor parte de esta caída fue capturada por Sergio Massa, quién recuperó 2.1% al pasar de 16% a 18.1%. Y una parte no menor también la pudo capturar el incombustible Daniel Scioli que, pese a todo, continuó ascendiendo: mejoró 0.6% para ubicarse en 40.6%. 

De este modo, la diferencia inicial entre Scioli y Macri que era del 8.5% se elevó al 11.2%, mientras que la segunda diferencia importante entre el Macri y Massa se achicó de 16.5% a 11.3%. Pero si, además, consideramos los resultados de las más recientes encuestas, que a Massa ya lo sitúan en torno a los 20 puntos según varios diarios importantes del país, la diferencia contra Macri se habría reducido dos puntos más.

De confirmarse esta tendencia, Daniel Scioli estaría logrando un triunfo en primera vuelta. Y Massa se estaría acercando a Macri. Aunque todavía se encuentra lejos, los fantasmas existen. No será que Massa se le convierta en el nuevo Loustau de Macri, que casi le arruina las elecciones en la Ciudad de Buenos Aires. Por lo pronto, los Massa y Lousteau coinciden en dos cosas, son de la nueva generación y enfrentan Macri como una nueva pesadilla.