A una semana de las PASO, los precandidatos a gobernador bonaerense por el Frente para la Victoria Aníbal Fernández y Julián Domínguez afrontan, entre fricciones, la previa a esa definición. El jefe de Gabinete valoró hoy los resultados que muestran las encuestas que lo colocan al tope de la intención de voto, al tiempo que consideró que "descontar" la diferencia "bastante apreciable" que le saca a su competidor interno, es "prácticamente imposible", aseguró.
"Las encuestas nos están dando muy bien. Descontarla es prácticamente imposible", destacó el postulante kirchnerista, que estará acompañado en la fórmula por el titular del AFSCA, Marín Sabbatella. En otra línea, el Jefe de Ministros clausuró la polémica que él había inaugurado cuando insinuó que algunos intendentes habían recibido llamados para esconder las boletas con su nombre, en beneficio de Domínguez. El titular de la Cámara de Diputados, por su parte, arremetió hoy duramente contra su adversario y lo acusó de decir "pavadas innecesariamente"."Es una zoncera, empezando por Aníbal que es Jefe de Gabinete y él también lo sabe. A veces dice pavadas. Dijo una pavada que después se arrepintió", aseguró. 
   Es una pavada sin ningún tipo de fundamento. Si después de 31 años de democracia creemos que tenemos un pueblo ignorante que no sabe lo que quiere, me parece que no conocemos la realidad de nuestro pueblo", indicó.  "El pueblo argentino es un pueblo instruido y formado", agregó Domínguez, en declaraciones a Radio El Mundo.