AMIA: La ex-mujer de Telleldín dijo que todos los acusados fueron "títeres de un gobierno corrupto"

Boragni prestó declaración indagatoria en el juicio en el que se encuentra acusada por el delito de peculado


Amia Tellendin
Foto archivo. Telledín y Boragni Foto archivo. Telledín y Boragni

Ana Boragni, la exmujer de Carlos Alberto Telleldín, quien entregó la camioneta utilizada para el atentado a la AMIA, denunció hoy que todos los acusados fueron "títeres de un gobierno corrupto y una SIDE de mierda", a la vez que señaló al fallecido fiscal Alberto Nisman como "otra lacra que hacía lo posible para quedarse con la causa".

En tanto, su exmarido presentó ante el Tribunal Oral Federal número 2 (TOF2), que lleva adelante el juicio por encubrimiento, un escrito en el que denuncia un presunto "estado de indefensión" por parte del Ministerio Público de la Defensa, y una presunta "alianza defensiva entre" el abogado de su expareja, Enrique Manson, "y los exfiscales (Eamon) Mullen y (José) Barbachia".

Boragni prestó declaración indagatoria en el juicio en el que se encuentra acusada por el delito de peculado, en el marco del presunto encubrimiento en el atentado explosivo ocurrido el 18 de julio de 1994, en el que murieron 85 personas.

En su declaración -la única de la jornada, ya que el exdefensor de Telleldín, Víctor Stinfale se negó a declarar- Boragni denunció haber sido amenazada para no contar la verdad. "Así estuve todo ese tiempo, así llegué al juicio oral, viviendo una pesadilla", afirmó Boragni en torno al pago de los 400 mil dólares que Telleldín cobró, con fondos reservados de la exSecretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), con el propósito de involucrar en la autoría del atentado a policías de la Provincia de Buenos Aires.

La mujer, junto con Stinfale fueron los encargados de recibir ese dinero, ya que Telleldín estaba detenido y había negociado ese pago con el juez federal Juan José Galeano, también sentado en el banquillo de los acusados en este juicio y por este hecho.

Respecto de las amenazas, recordó que un sujeto al que no pudo identificar ingresó al despacho de un juez del Tribunal Oral Federal 3, donde ella aguardaba para declarar como testigo en el anterior juicio por el atentado a la AMIA y le recordó que debía "mantener la línea", en lo que constituyó un acto intimidatorio.

Al respecto, el sujeto le advirtió: "Ya sabés lo que tenés que hacer, tus hijos están en tu casa. Así bajé a declarar ese día, con ganas de patear el tablero". Sin embargo, admitió que terminó limitándose en su declaración porque "aparecían en esa época un ahorcado con un papelito en la boca en Ciudad Universitaria y cosas como esa".

"Simplemente bajaba la cabeza, ponía la cara mejor de tarada que encontraba y seguía para adelante. Yo tenía que estar para mis hijos, tenía que seguir viva, hice lo mejor que pude, lo mejor que me salió y la pague", resaltó. Muy conmovida, Boragni sostuvo ante el tribunal: "Ya no importa nada, todo lo que me hicieron sufrir desembocó en una enfermedad de mierda (cáncer de útero) que me está matando, ya no me afecta ni lo que me digan ni lo que me pregunten, eso es todo lo que tengo que decir".

Hasta el momento, prestaron declaración indagatoria, desde que comenzó el juicio, Telleldín, y los fiscales Mullen y Barbachia, en tanto se dió lectura a las declaraciones anteriores de Galeano, y se negó a declarar el expresidente Carlos Menem, quien pidió que se lo releve del "secreto de Estado". Resta, en tanto, que declaren, entre otros el exjefe de la SIDE Hugo Anzorreguy y el expresidente de la DAIA Rubén Beraja, acusados por encubrimiento y otros delitos.

El escrito de Telleldín

En un escrito de media página, que Telleldín envió al Tribunal, denunció una presunta desatención por parte del defensor oficial de su exmujer, en el marco de un supuesto arreglo con Mullen y Barbachia. En el mismo señala que "después de la audiencia de vista he tomado nota que la defensa del Ministerio Público que asiste a la Sra. Ana Boragni ha sido absurdamente ineficaz y claramente la deja en un real y concreto estado de indefensión".

"Se evidenció -dijo- el desprecio por el estado psicológico, de salud por la enfermedad que la aqueja, etc. Esto lo percibo como imputado, como letrado y abogado", subrayó el hombre acusado de entregar la Trafic utilizada como coche bomba. Por último, denunció "que existiría una alianza defensiva entre este representante del ministerio público, y los exfiscales Mullen y Barbachia, lo que aumenta la gravedad de la situación".